El reciente NOBEL de literatura, Mario Vargas Llosa, nos relata con magistral maestría la vida de Roger Casament uno de los primeros europeos en denunciar las barbaridades que se cometieron con los habitantes del Congo –entonces Congo Belga- y también de lo que acontecía en la Amazonía con el negocio del caucho.
La vida de este personaje resulta bastante interesante por cuanto es el reflejo vivo de un ser humano. Ese ser humano que es grandioso y que sin embargo contiene una gran dosis de complejidad cuando interioriza en sí mismo.
La novela está dividida en tres partes dedicadas respectivamente a El Congo, La Amazonía e Irlanda –tierra natal del protagonista- y por lo que acabó dando su vida.
La historia queda perfectamente hilvanada y pienso que el lector no sabrá distinguir lo que fue realidad de lo que es ficción. Ahí está la grandeza de los genios.
Esperemos que Vargas Llosa nos regale una historia sobre lo que ha visto en el Congo del siglo XXI, que no tiene que tener desperdicio.
La vida de este personaje resulta bastante interesante por cuanto es el reflejo vivo de un ser humano. Ese ser humano que es grandioso y que sin embargo contiene una gran dosis de complejidad cuando interioriza en sí mismo.
La novela está dividida en tres partes dedicadas respectivamente a El Congo, La Amazonía e Irlanda –tierra natal del protagonista- y por lo que acabó dando su vida.
La historia queda perfectamente hilvanada y pienso que el lector no sabrá distinguir lo que fue realidad de lo que es ficción. Ahí está la grandeza de los genios.
Esperemos que Vargas Llosa nos regale una historia sobre lo que ha visto en el Congo del siglo XXI, que no tiene que tener desperdicio.