POR LO VISTO ESTO VA DE HIJOS DE
PUTA
El año pasado fueron muchas,
este año llevamos muchas más, con niños incluidos. Quienes empuñaron las
armas en estos horrendos crímenes eran asesinos. Asesinos sin alma, pero con madres.
Ellos que defiende la misoginia
del catolicismo. Ellos que defienden a capa y espada la figura y autoridad del
pater familias. Ellos que eliminan la paridad en instituciones y empresas.
Ellos que ocultan o deforman la educación sexual en colegios e institutos.
Ellos que se alían con la reacción otorgando máxima puntuación a la superstición,
ignorancia y superchería religiosa. Ellos que limitan la libertad sexual de la
mujer. Ellos que frente a un micrófono son unos machotes y frente a la realidad
unos cobardes. Ellos que hablan de las leyes y de las mujeres diciendo que
están para violarlas. Ellos que como nuestro amo provincial, Fernando Rodrigo,
establecen el detonante del crimen en la irresponsabilidad de la madre. Ellos
que reducen la vida a una estadística y la realidad a un eufemismo.
Ellos que lo arreglan todo con un
exabrupto y un burdo insulto a la madre de los asesinos, ellos que maltratan de
palabra a otra mujer, a ellos y muy a su pesar, corresponde aplicar las
políticas consensuadas para que el palurdo
de González Pons no tenga que insultar a la madre de nadie nunca más.
Piense, señor diputado, que la madre es mujer también y su insulto un maltrato
de género.