martes, 29 de junio de 2010

NADA NUEVO EN LA DERECHA


NADA NUEVO EN LA DERECHA

Es verdad que la perspectiva económica no parece nada halagüeña. Eso es cierto. Sin embargo, los orígenes de todo este desaguisado se encuentran en el corazón ideológico-político de los neoconservadores estadounidenses, tan admirados y agasajados por los dirigentes, afiliados y simpatizantes del Partido Popular. Ese partido que a finales del siglo pasado ocupó La Moncloa y, para hacer caja, desmanteló de un plumazo todas nuestras empresas públicas rentables y modernas (léase Telefónica, Argentaria y Repsol entre otras). No se atrevió con el palacio de la Zarzuela porque todavía estaba gravado con una hipoteca firmada en el palacio de El Pardo y con el palacio del norte de la capital, todo el partido Popular es muy, pero que muy respetuoso.
La anomia política en el partido Popular es tan triste que únicamente produce personajes histriónicos, individuos acreedores de adjetivos carcelarios y actos que debemos considerar como de la más alta hipocresía programática que jamás se haya observado en colectivo alguno.
En ningún caso observo que, dentro de los extraños movimientos del partido Popular, se valore más la igualdad que la excelencia, la escuela pública frente a la escuela privada, la participación más que la eficacia, el cooperativismo más que el individualismo, el laicismo frente a la religión. No veo por ningún lado que les interese más la participación frente a la competitividad. No escucho mensajes de la derecha que se esmeren involucrándose en ofrecer una buena imagen exterior de esa España que tanto dicen defender. Únicamente se limitan a enfangar el Parlamento con absurdos seriales cuyo origen está más en la envidia personal que en la duda razonable y lo peor de todo es que sus satélites mediáticos explotan hasta la saciedad todas esas absurdas y nocivas consignas que, lamentablemente, llegan a calar entre una ciudadanía temerosa ante su futuro inmediato.
Y a nivel más cercano, a nuestro nivel, se les ve tan convencidos de que llegarán al poder para podar todas las infraestructuras y servicios que a lo largo de todos estos años de democracia, y digo democracia y lo subrayo, nos hemos dotado con el sacrificio de todos los manzanareños, que al igual se les pasa por la cabeza eliminar servicios asistenciales para los ancianos o para los minusválidos o puede ocurrir que se les venga la idea de exteriorizar los servicios de jardinería y limpieza viaria, y también deteriorarán, privatizándolo, el servicio de recaudación y puede que clausuren alguna que otra biblioteca o centro cultural o deportivo ofreciendo su gestión a esos extraños consorcios que regalan corbatas, trajes y bolsos de mano.
Dejarán en el presupuesto municipal, incrementándolo si es preciso, para su proyección política y personal los medios de comunicación, esos medios a los que tanto reprochan ahora.
Claro está, que a eso lo denominan gestión eficaz de lo público y que eso no es de derechas ni de izquierdas, pero eso también lo proclamaba a los cuatro vientos el Marqués de Estella, “el Ausente”. Encima, no son nada originales.

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