martes, 13 de septiembre de 2011

QUÉ TEMPRANO HEMOS LLEGADO TARDE



QUÉ TEMPRANO HEMOS LLEGADO TARDE

-Bueno chicos, pues esto ya está casi hecho, en casi dos meses nos alzamos con el triunfo electoral –decía, queriendo parecer ufano y hasta incluso amable, el hombre de las barbas gallegas.

-Pues claro que zí, jefe -le respondía el retostado líder de las arenas andaluzas.

Sin embargo, en todo estos lances políticos de los grandes estados, siempre hay en medio algún personaje de esos que nadie conoce, esos altos funcionarios que no aparecen en televisión y que nunca se ponen un micrófono en la mano, pero que cuidan de que el cambio de partido en el Gobierno de la nación no suponga un trauma para el sistema, vamos, esos chicos de novela de intriga política que en realidad se ocupan de la normalidad institucional y que siempre evitarán que la euforia se convierta en revolución. Queramos o no queramos esto es así y es verdad que estos personajes existen y se ocupan precisamente de lo que aquí comento.

-En la situación en la que España y su entorno geopolítico se encuentra, han de ser, ahora más que nunca, tremendamente cautos. Sus mensajes tienen que ser muy prudentes y medidos –les dijo este señor, escondido detrás de sus gafas oscuras a la plana mayor del partido popular.

Todos asintieron, pero la boquita parlamentaria por excelencia recriminó el mensaje lanzando por el otrora presidente, Felipe González.

-González ha dicho hace un rato que Europa está al borde del abismo, ¿cómo se le ocurre decir eso a este señor?, ¡parece mentira!

-Constata una realidad, mete presión a los mandatarios. Es lógico –atendió de esta forma el señor del Estado a la parlamentaria popular.

-Pero, ssseñor, esso no nos ayuda –intentó de confirmar Rajoy.

-Eso antes, señor Rajoy, eso que usted pide, se lo pidieron con más razón a usted.

-Pero lo mío era estrategia electoral.

-Claro, señor, lo que usted diga, pero haga lo que yo le digo.

García Escudero, que también se encontraba por allí no dijo ni pio, y la jefa de campaña tomó notas de batalla en la pda.

-Qué temprano hemos llegado tarde(1) –apostilló el popular andaluz, brillándole el barniz del cuello que se le ahogaba en su propio sudor. Frío, por cierto.


(1) Dicho popular. No del PP, claro.

No hay comentarios: