La senda por la que la izquierda ha de caminar es única, además de inequívoca, en una sola dirección. Nos encontramos a tres meses de los comicios locales y parece lógico ir atando cabos sueltos e ir hilvanando la estrategia que la política de izquierda debe enarbolar y la táctica que ha de emplear para no enfangarse en terrenos movedizos que puede acabar con un proyecto que es el más interesante programa que se ocupa de verdad de los problemas sociales y de la comunidad.
Es verdad que la posición comunista por sí sola no podrá llevar a buen puerto el objetivo común. Los antecedentes de esta observación son palmarios. Conseguir un solo representante con una ubicuidad entre la desazón y el limbo, es caótica y perniciosa para los fines que perseguimos. Es preferible elegir la opción con mejor aval de éxito para con ella ir de la mano y entretejer entre todos las propuestas para la década en la que nos hemos metido.
El comunismo español, y con él el de Manzanares, tiempo ha se quedó sin cuadros y es de agradecer el estoicismo de Cayo Lara, aunque en los medios diga Gobierno israelita en lugar de Gobierno israelí. Y es de agradecer el empeño de Santiago Sabariego por su defensa de los animales y por ser la pantalla propagandística de ADIF en el pueblo, sin embargo, se ha encogido en las insolentes e impresentables batallas dialécticas a las que ha sido sometido por el egocéntrico y cada vez más patético, rancio y viejo Alcalde. Además de haber estado en contra, como político de izquierda, de presupuestos expansionistas. Alguna vez tendrá que explicar esta cuestión.
El comunismo español hace tiempo se quedó sin referencias y, particularmente, seguiré en mi empeño de que aparezcan cerebros que de una u otra forma hemos ido descabezando. Desde el de Santiago Carrillo hasta el más pobre pensador del más minúsculo de los pueblos de nuestra geografía, pasando por los Julio Segura, los Malos de Molina, los Enrique Curiel, los Sartorius, los Almeida, los Víctor Manuel y los Bardem, los Julio Anguita y los Gerardo Iglesias. Sacrificamos todo por el bien de España y eso, antes o después se verá recompensado y no a modo personal o unitario para el PCE, sino para la sociedad española a la que tanto amamos y por la que tanta piel, vida y cárcel hemos dado y padecido. Simplemente, no tuvimos suerte con nuestros referentes internacionales. Todo cambiará y también se derrumbarán los muros invisibles.
A lo largo de estas últimas siete legislaturas locales se ha primado la infraestructura, se ha gestionado un tanto en plan faraónico en cuanto a las obras públicas. Se ha copado la localidad de infinidad de instalaciones de las que carecíamos. Bien. Ahora toca ir a por las siete legislaturas de la persona, la legislatura del individuo, la legislatura de la plena democracia, la legislatura de la plena y adulta participación en los asuntos públicos, la legislatura de la verdadera igualdad entre géneros, no la del solapamiento vertical de uno por el otro. Ahora toca la legislatura del aprendizaje, ahora toca la legislatura del enterramiento del adoctrinamiento sin doctrina, ahora toca la legislatura del libre pensador, ahora toca invertir en inteligencia individual y colectiva. Ahora toca reivindicar la legislatura de la concordia. Ahora tenemos que ir introduciendo a nivel local, el ineludible e inexcusable debate sobre la Jefatura del Estado, abriendo camino, pacífica pero inexorablemente, hacia nuestra aspiración republicana. Ahora nos vamos a enredar en el conglomerado social y político en vez de en aglomerado vial. Y éste y no otro debe ser el compromiso de los comunistas en general y de los manzanareños en particular. Ahora toca arrimar el hombro y olvidarnos de personalismos. Ahora toca ser útil a la izquierda, a la izquierda como referente social y político capaz de generar confianza en los corazones de nuestros paisanos y esperar que el renovado Partido Socialista canalice adecuadamente nuestras aspiraciones. Se terminó para siempre la época del despotismo, de la intolerancia y de la autosuficiencia del sátrapa local.
La soporífera derecha española, tan vaga, tan prepotente, tan trapisondista, tan malintencionada, tan despilfarradora y tan negada y negativa, no hará absolutamente nada por las gentes de nuestros pueblos. Irá a lo suyo, como siempre y, a la renovada y entusiasmada derecha manzanareña no le dejarán autonomía para gestionar un modelo diferente. Lo siento por ellos, pero no nos engañemos. El futuro está en juego. Nuestro futuro inmediato está en nuestras manos.
Es verdad que la posición comunista por sí sola no podrá llevar a buen puerto el objetivo común. Los antecedentes de esta observación son palmarios. Conseguir un solo representante con una ubicuidad entre la desazón y el limbo, es caótica y perniciosa para los fines que perseguimos. Es preferible elegir la opción con mejor aval de éxito para con ella ir de la mano y entretejer entre todos las propuestas para la década en la que nos hemos metido.
El comunismo español, y con él el de Manzanares, tiempo ha se quedó sin cuadros y es de agradecer el estoicismo de Cayo Lara, aunque en los medios diga Gobierno israelita en lugar de Gobierno israelí. Y es de agradecer el empeño de Santiago Sabariego por su defensa de los animales y por ser la pantalla propagandística de ADIF en el pueblo, sin embargo, se ha encogido en las insolentes e impresentables batallas dialécticas a las que ha sido sometido por el egocéntrico y cada vez más patético, rancio y viejo Alcalde. Además de haber estado en contra, como político de izquierda, de presupuestos expansionistas. Alguna vez tendrá que explicar esta cuestión.
El comunismo español hace tiempo se quedó sin referencias y, particularmente, seguiré en mi empeño de que aparezcan cerebros que de una u otra forma hemos ido descabezando. Desde el de Santiago Carrillo hasta el más pobre pensador del más minúsculo de los pueblos de nuestra geografía, pasando por los Julio Segura, los Malos de Molina, los Enrique Curiel, los Sartorius, los Almeida, los Víctor Manuel y los Bardem, los Julio Anguita y los Gerardo Iglesias. Sacrificamos todo por el bien de España y eso, antes o después se verá recompensado y no a modo personal o unitario para el PCE, sino para la sociedad española a la que tanto amamos y por la que tanta piel, vida y cárcel hemos dado y padecido. Simplemente, no tuvimos suerte con nuestros referentes internacionales. Todo cambiará y también se derrumbarán los muros invisibles.
A lo largo de estas últimas siete legislaturas locales se ha primado la infraestructura, se ha gestionado un tanto en plan faraónico en cuanto a las obras públicas. Se ha copado la localidad de infinidad de instalaciones de las que carecíamos. Bien. Ahora toca ir a por las siete legislaturas de la persona, la legislatura del individuo, la legislatura de la plena democracia, la legislatura de la plena y adulta participación en los asuntos públicos, la legislatura de la verdadera igualdad entre géneros, no la del solapamiento vertical de uno por el otro. Ahora toca la legislatura del aprendizaje, ahora toca la legislatura del enterramiento del adoctrinamiento sin doctrina, ahora toca la legislatura del libre pensador, ahora toca invertir en inteligencia individual y colectiva. Ahora toca reivindicar la legislatura de la concordia. Ahora tenemos que ir introduciendo a nivel local, el ineludible e inexcusable debate sobre la Jefatura del Estado, abriendo camino, pacífica pero inexorablemente, hacia nuestra aspiración republicana. Ahora nos vamos a enredar en el conglomerado social y político en vez de en aglomerado vial. Y éste y no otro debe ser el compromiso de los comunistas en general y de los manzanareños en particular. Ahora toca arrimar el hombro y olvidarnos de personalismos. Ahora toca ser útil a la izquierda, a la izquierda como referente social y político capaz de generar confianza en los corazones de nuestros paisanos y esperar que el renovado Partido Socialista canalice adecuadamente nuestras aspiraciones. Se terminó para siempre la época del despotismo, de la intolerancia y de la autosuficiencia del sátrapa local.
La soporífera derecha española, tan vaga, tan prepotente, tan trapisondista, tan malintencionada, tan despilfarradora y tan negada y negativa, no hará absolutamente nada por las gentes de nuestros pueblos. Irá a lo suyo, como siempre y, a la renovada y entusiasmada derecha manzanareña no le dejarán autonomía para gestionar un modelo diferente. Lo siento por ellos, pero no nos engañemos. El futuro está en juego. Nuestro futuro inmediato está en nuestras manos.
2 comentarios:
Estimado Ángel, no comparto tu deseo de que la izquierda gane las elecciones locales, pero sí el resto* de las aspiraciones que apuntas en tu artículo apostando por un legislatura de la persona, del individuo y de la plena democracia. Sin embargo, sin acritud alguna, no creo que el Partido Socialista Obrero Español de Manzanares sepa canalizarla, tiene muchos vicios adquiridos
*con excepción de la aspiración republicana (excede a la política local)
¿Qué Tal? Gracias por visitar este Blog. Pienso honestamente que el PSOE puede canalizar nuestras aspiraciones. Debes considerar que quien ha estado gobernando el municipio, no ha sido exactamente el PSOE. El estilo tan genuinamente personal de Miguel Ángel Pozas no es lo que la izquierda quiere representar, aunque haya ganado siete veces por mayoría absoluta, no ha conectado con la ciudadanía en modo alguno. El nuevo equipo del PSOE encabezado por Julián Nieva cambiará esa situación y si así no fuera, no dudes de que seré de los primeros en demandárselo. De nuevo apostaré por la filosofía de izquierda y bueno, la cuestión repúblicana es tan local como la sanidad o el sistema impositivo. Saludos.
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