martes, 7 de junio de 2011

LA IZQUIERDA COMO REFERENTE

LA IZQUIERDA COMO REFERENTE

La izquierda como referente social y político, pero sin dogmatismos preconcebidos. Vivimos una situación bastante desoladora para el conjunto de la izquierda española y por extensión de la izquierda europea. Sin duda, alguna cosa se ha tenido que hacer bastante mal. Quizás desde la izquierda se ha creído que eran los salvadores de nuestras comunidades, cuando en realidad lo que realmente se ha hecho, al menos es lo que percibe más vivamente el ciudadano, ha sido plegarse a los dictados de los mercados, acudiendo como bomberos de primera línea a apagar ese incendio que se ha venido en llamar crisis financiera, aplicando medidas clásicas del neoliberalismo con la excusa de salvar el sistema.

El ciudadano, al menos en España, considero que ha optado por elegir el original para gestionar la salida de la crisis, que a una copia llena de incongruencias y de fatalidades.

La izquierda, ahora que va a tener tiempo de sobra, tiene que ir reconsiderando su programa, su estrategia, su táctica, su discurso y su rostro.

La misión fundamental de la izquierda en una sociedad libre y democrática es la de incentivar al ciudadano haciéndole partícipe en su programa, agotando al máximo todos los niveles de participación y que hoy por hoy no hay que reducir a la asamblea local de la agrupación del partido una vez al mes. Hoy, la participación ha de estar abierta como un canal de televisión, las 24 horas del día y desde cualquier parte del barrio, de la ciudad o del país y no solamente durante la campaña electoral, porque se ha acabado la campaña y ya se han cerrado las páginas web, los blogs, los facebook, etc. La izquierda tiene que pensar colectivamente y proponer alternativas consensuadas a toda la sociedad. Explicando, debatiendo, asumiendo, rebatiendo, escuchando, hablando, convenciendo con argumentos y gestionando con responsabilidad y valentía. Sin complejos.

La izquierda, si en realidad quiere regresar al poder, se tiene que identificar con el ciudadano, invitando a éste a que se comprometa con la realidad social en la que vive. Tendremos que reeducarnos todos para que nadie salga perjudicado. Para que nadie, en la cuestión económica, se sienta que carga con todo el peso del gasto, cuando solo unos pocos pueden acceder a esos beneficios sociales de los que habla en genérico la izquierda, pero que no se perciben claramente salvo que seas uno de los beneficiados y hasta incluso hay quien se considera con todo el derecho a tener ese beneficio, sin haber luchado nunca por nada en este mundo. Este es parte del mensaje que ha utilizado la derecha y que ha calado bastante entre el electorado, y va a representar un verdadero y enorme problema social y de convivencia el tijeretazo que se avecina.

La ciudadanía tiene que percibir que todo es colectivo y que no son siempre los mismos los que están aprovechándose de la política o de los políticos. Algo de eso también ha pasado hasta ahora.

Aprovechando la debacle electoral del pasado día 22, considerando el germen del 15M, la izquierda en su conjunto y el Partido Socialista muy particularmente, deben plantearse todo desde un principio y sobre todo, con muchos rostros nuevos.

Y creo que han empezado mal. Hay políticos que son pasado, sin duda, por mucho que se empeñen en conservar sus excelentísimas poltronas.

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