LA TRAICIÓN DE LOS CLÉRIGOS

LA TRAICIÓN DE LOS CLÉRIGOS

Julien Benda escribió hace más de ochenta años un ensayo con el título de este artículo. Reconozco que me cuesta digerir mucho el ensayo como género y reconozco que es una de mis grandes carencias. No obstante he elegido este título porque creo que se adecúa bastante al contenido de esta, otra de mis parrafadas.

Benda, en el ensayo, escribe sobre la traición opuesta, la de no ser fiel a uno mismo, bien pues lo que pretendo con este análisis es ser fiel a mí mismo y a mi pensamiento de izquierda y si la izquierda se molesta con el artículo, que reflexione.

En primer lugar, felicitarnos por la estupenda participación ciudadana en las elecciones locales del pasado domingo. Creo que nunca hemos llegado al nivel de participación que se dio en esta jornada electoral. En segundo lugar, felicitar al Partido Popular por el excelente resultado obtenido, y ahora el análisis del fracaso de la izquierda.

El partido socialista de Manzanares, durante sus veintiocho años de reinado ha mantenido, fortalecido y organizado a un lumpemproletariado al que ha utilizado y movilizado, sin darle conciencia ni recursos para sacarlo de su miseria, en las sucesivas elecciones en las que el candidato fue Miguel Ángel Pozas. Ahora, él y sus lugartenientes han abandonado a su suerte al lumpemproletariado y éste, sintiéndose amenazado por el nuevo candidato socialista, ha reaccionado entregando su voto a la derecha, porque además, el candidato de la derecha ha sabido vender muy bien su imagen de emprendedor y brillante empresario, algo inédito, también, en el PP de Manzanares.

La facción de los clérigos –los pocistas-, por activa y por pasiva, ha vendido la peor imagen que jamás se haya percibido de la izquierda en Manzanares desde que Julián Nieva accedió a la Secretaría General del partido. Han dilapidado a manos llenas, sin mucha justificación, ingentes cantidades del presupuesto en una época de crisis económica profunda y no han hecho ni el más mínimo gesto por ayudar a evitar el descalabro de sus gentes, de su partido y de su filosofía política. Al igual resulta que nunca fueron sus gentes, ni su partido ni su filosofía.

Estas cosas explican los más de 950 votos que hay de diferencia entre las elecciones locales y regionales en la particular cuenta del PSOE de Manzanares.

Para mi gusto, Julián Nieva, ha hecho una campaña sobredimensionada para Manzanares. Pienso honestamente que le sobró el acto del Gran Teatro.

Un problema añadido y que no es nada baladí y que muchos voceras de los clérigos han difundido por la ciudad, es el tono despectivo y el marcado acento peyorativo que han aplicado al término “comunista”. En cuantos bares no se ha escuchado eso de “Manzanares no puede tener un alcalde comunista. Antes pasarán por encima de mi cadáver”. “Me voy, pero me llevaré sangre entre las uñas”. Desde la “izquierda”, metiendo miedo a la izquierda. Lamentable, pero ha sido así. Esperemos que Nieva no tenga que engrosar la lista de los infrautilizados en el PSOE. Gente muy válida ha sido infrautilizada una vez que cogieron el carnet del PSOE. Curiel, Solé Tura, Malo de Molina, Almeida, Manglana, Fernando Soto, Amparo Rubiales, Javier Pérez Royo, Rosa Aguilar, Pilar Brabo, Manuel Azcárate, José Antonio Mohedano, Jorge Semprum, Santiago Carrillo, López Garrido, etc., etc., Sí, les dejan un ministerio de protocolo o decoración, alguna embajada, alguna secretaría de andar por casa, pero poco más. El problema del PCE y de IU es que tampoco sabe retener ni premiar a su gente más válida y con más carisma y, claro, así nos va.